jueves, 27 de junio de 2013

Trazando mi Ruta al Éxito - Dimensión PROFESIONAL

Definición de Éxito

“Los perdedores comparan sus logros con los de los demás. Los ganadores comparan sus logros con sus metas” – Nido Qubein

Esta frase célebre de Nido Qubein engloba mucho de lo que significa tener éxito en la vida. Desde mi punto de vista es una guía certera para determinar cuál debería ser la forma en la que encaremos la vida.

En este blog hablaremos de cómo planificar el éxito personal en el trabajo, en la vida profesional.
Cualquiera podría pensar que esta guía sirve solo para aquellos que somos empleados, pero la verdad es que si eres un emprendedor, dueño de algún tipo de negocio, te servirá igual, ya que tus metas profesionales se alinearán perfectamente con las metas de tu negocio.

Entonces, primero que nada, se trata de trazarnos metas profesionales, porque tal y como vengo diciendo en las anteriores publicaciones, no se puede tener éxito, si no te trazas metas. Así de simple.

Esto aplica para todas las dimensiones de éxito en la vida

  1. Dimensión Personal (haz click aquí)
  2. Dimensión Familiar (haz click aquí)
  3. Dimensión Profesional, que se la que estoy introduciendo en esta publicación


¿Funciona esto de trazarse metas profesionales?

Que los planes funcionen depende de tres elementos:

  1. Trabajo
  2. Trabajo
  3. Más trabajo


Si se cumplen esos tres elementos, las probabilidades de alcanzar las metas que nos proponemos, y por lo tanto, tener éxito profesional, aumentarán notoriamente.

¿Qué pasa si prefiero optar por no ponerme metas?

La respuesta es NADA. Simplemente no te pasará nada de nada.

Dale una nueva mirada a mi publicación introductoria, donde hablo en extenso de este punto.

Entonces, asumiendo que estamos más o menos alineados con la idea de que el primer paso para tener éxito en el trabajo es tener un plan personal, el cual comienza con la definición de metas.

Lee aquí también "Una Reflexión: ¿Fracasé si a los 40 no soy quien esperaba ser?"

Quisiera contarte una historia.

Jorge Antonio Valverde, más conocido como Toño, es una persona que conocí hace varios años, casi al comienzo de mi propia carrera profesional.

Él es una de esas personas que agradezco haber conocido, por lo que me enseñó y porque me demostró con su experiencia que esto que hoy predico respecto de planificar tu éxito en la empresa, funciona.

Su historia comienza con su ingreso a una prestigiosa universidad. Generó una expectativa grande, pues siempre demostró vivacidad, dotes de liderazgo y sobre todo gran capacidad intelectual.

Su paso por la universidad fue bueno, pero para él era solo una transición entre su juventud y su éxito. Le repetían mucho que era inteligente, por lo  que su ego andaba un poco inflado.

Terminó la universidad y como él cuenta: “Mi expectativa era muy clara. ¡Yo tenía un título universitario de una prestigiosa universidad, por lo tanto me MERECÍA tener una posición gerencial rápidamente. Obviamente, mi falta de madurez hizo que tuviera una perspectiva totalmente errada de la realidad y de cómo funcionan los negocios y las carreras profesionales. Pero me tomó varios años darme cuenta.”

En efecto, esa expectativa gerencial inmediata – que iba acompañada con una frase típica “mi primera gerencia será a los 26 años y la gerencia general antes de los 30” – fue siendo superada por la realidad.

Toño cumplió 26 años y ese día lo celebró con unos amigos, pero la celebración por su promoción a gerente no ocurrió ni ese día, ni ningún día cercano posterior a esa fecha.

Peor aun, eran tiempos de crisis nacional e internacional, con lo que cada vez había más desempleo y los negocios estaban en problemas.

De hecho, la empresa en la que él trabajaba ingresó a un proceso de quiebra, con lo cual pasó varios meses sin cobrar su sueldo y cualquier opción de ser promovido se extinguió.
Ya con 27 años y sin ninguna perspectiva clara, Toño logró aceptar en su mente que sus “metas” iniciales eran muy “soñadoras” y poco realistas. “Había idealizado la vida de éxito que lees en los libros. No está mal soñar, pero ser un soñador eterno, no puede ser sano tampoco” contó un día mientras hablábamos de su experiencia.

En ese minuto, tras dejar sus propios paradigmas, tomó las riendas de su vida. Tras 5 años en la misma empresa con pocos logros, renunció y consiguió trabajo como analista comercial (no de gerente) en una importante empresa local del rubro deportivo.

Lee aquí cómo tomar las riendas de tu vida con proactividad

“Me encantan los deportes, la marca era apasionante, el ambiente de trabajo increíble y las oportunidades estaban allí para los que quisieran romperse el lomo trabajando y aprendiendo…y decidí tomarlas.”

Toño trazó un plan personal de 5 años, mediante el cual debería, a sus 32 o 33 años ocupar el puesto de Gerente de Ventas o estar muy bien encaminado en esa ruta, de manera tal que pudiera lograrlo antes de los 35. 

“Muchos de mis amigos ya eran subgerentes o poseían jefaturas importantes. Me estaban sacando mucha ventaja profesional – contaba Toño - y, aunque eso me frustró un poco al principio, decidí pensar lo único relevante debería ser mi propia vida y no la del resto.”

Toño elaboró una hoja de ruta para construir, paso a paso el logro de esa meta.

“Luego de ponerme la gran meta de ser Gerente de Ventas, me dije a mí mismo: Ok, ¿qué voy a lograr este año? La gran meta se compone de pequeñas metas cada mes y cada año."

"Lo primero que me propuse fue hacer de manera sobresaliente mi trabajo y que los jefes y los grandes jefes me noten por mis goles y así ocurrió. A las empresas les gusta la gente que mete goles.”

“Luego de meter goles por varios meses y ganarme la confianza de mi jefe, hablé con él y lo hice partícipe de mis aspiraciones. Me comentó que un tema clave para lograr mis metas era que empezara a estudiar un MBA, ya que sin él, difícilmente me tomarían en cuenta para posiciones más estratégicas.”

“Esa fue mi meta del segundo año; postular y dar inicio a mis estudios de postgrado. Con 29 años.”

Toño alcanzó esta segunda meta y prosiguió con su método.
En el camino hubo triunfos y derrotas, alegrías y desazones, como aquella vez en la que postuló a una subgerencia y, pese a que todo el mundo daba por descontado que él sería el ganador del proceso, se terminó eligiendo a una persona de fuera, que tenía una hoja de vida superior y más experiencia.

Pero eso no amilanó a Toño, que siguió metiendo goles, estudiando y desarrollando las capacidades de liderazgo y toma de decisiones que le pedían en la empresa.

¿Quieres saber cómo terminó su historia?

Antes que nada, quiero analizar brevemente la enseñanza de esta historia, que para mí ha sido una guía de vida profesional durante los últimos diez años de mi carrera.

Lo primero que debemos aprender es que para tener éxito en la vida debemos distinguir UTOPÍAS de METAS.

Las metas tienen que ser realistas, retadoras y alcanzables. Las utopías y los sueños, si bien pueden alcanzarse y son inspiradores, difícilmente te llaman a la acción. 

Aprende aquí los 5 Pasos para tranformarte en una persona de Resultados

Es decir, hoy en día, a mí me encantaría ser futbolista profesional y jugar en el Bayern de Munich o ser primer guitarrista en Pink Floyd, pero se ve un poco difícil, ¿no? También quisiera ser Presidente de Apple y Pixar…bueno, se entiende mi punto, no?

Ojo: No está mal soñar, pero los sueños deben convertirse en visiones concretas y realistas, sino son solo sueños y los soñadores que no aterrizan no son, generalmente, muy exitosos, pues rara vez alcanzan sus sueños. 

Esto lo discutiremos en otros posts, pero por ahora te pido que me compres la idea de ser pragmático con los sueños.

Hecha la distinción entre UTOPIA y meta realista y pragmática, existen 5 pasos para echar a rodar la pelota del éxito, como lo hizo Toño.

ASPIRACION: ¿A qué aspiras en los próximos 5 años? Toño aspiraba a ser Gerente de Ventas o estar muy cerca de allí.

RUTA: ¿Qué tan bien enrumbado estás para lograrlo? ¿Estás realmente en la ruta correcta para lograr tu aspiración? Si no lo estás, probablemente tengas que tomar algunas decisiones radicales como él, que dejó su trabajo de 5 años y volteó completamente el timón. Pero debes tomar el camino que te llevará a tu aspiración. La ruta tendrá metas intermedias, como promociones previas y reconocimientos.

GOLES: Sin goles no se puede ser exitoso. ¿Cuáles son los goles que debes anotar? Es fácil. Construirás un muro y lo harás ladrillo a ladrillo. Mañana puedes ir a hablar con tu jefe y le preguntarás “para que estés feliz conmigo, qué debo lograr en los próximos tres meses. Concretamente.” Y…voilá…allí están tus tres primeras posibilidades para meter goles. En otros posts te daré muchos tips de cómo se puede meter goles todas las semanas en tu trabajo. Lee "Ponte en Ruta para el Éxito Profesional en 3 Meses" y aprende cómo

OBSTÁCULOS: Debes identificar qué cosas se interpondrán entre tú y tu gran meta. Usualmente, son carencias personales, tales como no tener algún conocimiento, la falta de experiencia o alguna otra circunstancia. Si está en tus manos, debes ponerte como meta eliminar el obstáculo.

SOFIA: Sofía = Conocimientos. Nunca te olvides de Sofía. Tienes que tener claro, qué debes aprender en el camino. Si quieres estar más arriba en una organización o en otro lugar, deberás tener mucha claridad de qué conocimientos, habilidades y destrezas se necesitan. De otra forma, no te van a elegir. En nuestra historia, Toño estudió un MBA y desarrolló sus habilidades de liderazgo cuando le denegaron la promoción.

Lee aquí las 3 Fuerzas Nucleares del que obtiene resultados

Si te fijas, con estas 5 palabras podemos formar el acróstico A.R.G.O.S.

Aspiración + Ruta + Goles + Obstáculos + Sofía

Si recuerdas la historia de Jasón y los Argonautas, la nave que los transportaba en su aventura para encontrar el Vellocino de Oro era ARGOS.

Tomé este nombre, porque ARGOS te llevará en tu ruta al éxito y quiero que siempre lo recuerdes.

¿Y la historia de Toño?

La historia de Toño es bastante fácil de predecir. El tipo fue Gerente de Ventas no a los 35, pero sí a los 37. Lo interesante es que su éxito llegó en una empresa diferente, algo que nunca estuvo en su hoja de ruta y con lo que hay que aprender a lidiar. Pero llegó.

Antes de terminar, como siempre, te pido que saques papel y lápiz y diseñes tu propia nave: tu propio ARGOS.

Empieza ya, que puedes estar perdiendo grande oportunidades de tener éxito profesional.


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Un abrazo grande

Esteban

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