viernes, 28 de noviembre de 2014

¿Puedo levantar mi autoestima yo solo?

A todos nos ha tocado pasar por momentos en los que los ánimos no nos acompañan y los días se hacen duros y pesados. Momentos en los cuales dudamos de nosotros mismos: ¿soy capaz de hacerlo? ¿soy bueno para esto o aquello? ¿la gente me quiere? ¿soy guapo(a)?

Cuando las cosas van bien, es fácil ver este tipo de situaciones y subestimarlas, pensar que son superficialidades o tonterías, pero cuando uno están en medio de un período de baja autoestima, no es nada fácil. Es muy complicado levantar la vista y ver el camino de salida del bosque. Es muy difícil creer que es posible.

Por eso escribo este blog. Si bien, cada persona y sus circunstancias son especiales, sí creo que hay una ruta - aunque no es la única - que sirve para salir de esto

La depresión y la Autoestima
Antes de comenzar, quisiera aclarar que uno tiene que saber distinguir entre un período de baja autoconfianza y un caso de depresión o similares. La depresión es considerada por muchos una enfermedad y debe ser tratada apropiadamente por médicos especialistas (psiquiatras). Yo recomiendo que, si alguien sospecha que su caso es de depresión, rompa sus paradigmas y vaya donde un psiquiatra que le pueda tratar. Funciona. Si nuestra mente no está sana, será imposible que tengamos felicidad y éxito.

Asimismo, si bien existen opiniones divididas respecto de la utilidad de la terapia, para muchas
Levantar nuestra autoestima comienza
por elegir el camino correcto.
personas ha sido de gran ayuda para poder salir adelante de sus problemas, para encarar sus traumas y frustraciones, así como para poder limpiar su mente.

Dicho esto, vale la pena mencionar también que nadie va a hacer las cosas por nosotros. Nadie, sino nosotros mismos, va a sacarnos de nuestro estado de ánimo. 

Somos nosotros los que debemos tomar control sobre nuestras vidas y hacer lo que corresponda para volver a mirar hacia adelante. 
Sin autoestima no hay éxito posible: La historia de Pedro Pérez
Quiero contarles la historia de Pedro Pérez. Pedro, es alguien a quien conocí hace más de diez años y a quien no veo hace cerca de cinco.

Pedro era un tipo inteligente, divertido y culto. La materia prima perfecta para tener éxito. Sin embargo, Pedro le daba un peso muy grande al azar y a la acción de terceros sobre los resultados de su propia vida. Él sentía que siempre daba lo máximo de sí mismo, pero que siempre existiría alguna influencia externa que interferiría con su propio éxito.

Por ejemplo, me contó una vez que en un curso importante de su maestría, a la hora de exponer el trabajo final, el profesor le puso una calificación mediocre, aunque aprobatoria: "Me pasé dos semanas trabajando en esa presentación y sé que era estupenda - me contó - pero ese profesor no es una buena persona y me calificó mal, porque provengo del interior del país y él prefiere a la gente de la capital."

En otra ocasión, pese a que su hoja de vida era bastante atractiva, me pidió ayuda para obtener algunas entrevistas de trabajo. "Solo se puede obtener empleo con buenos contactos" era su lema oficial al buscar empleo, así como "Aquí solo ascienden los que le 'lustran las botas' a los jefes".

Lamentablemente, le empezó a ir mal. No solo profesionalmente. Perdió su empleo y se vio forzado a romper una relación sentimental de varios años. Subió de peso rápidamente y empezó a ingerir alcohol con frecuencia. Su grupo de amigos de toda la vida también comenzó a alejarse.

Un día me encontré con él. De ser alguien con buena apariencia y muy deportista, parecía haber envejecido 20 años. Pesaba más de 125 kilos y tengo la impresión que no se bañaba hacía una semana. Debo reconocer que me dio mucha lástima verlo así. Conversamos un rato y me contó que estaba alistándose para viajar a Estados Unidos, pues "en este país no pasa nada".

Pasaron un par de años hasta que me volví a encontrar con él y casi no pude reconocerlo. Había cambiado tremendamente. No solo había perdido más de 40 kilos, sino que se le veía joven y limpio. Pero lo más importante es que tenía otra cara, una cara de felicidad plena. "Hola Pedro - le dije - te veo muy bien! Qué ha sido de tu vida?"

"Estoy muy bien" - me respondió. Hace dos años llegué a Estados Unidos y conocí a una persona maravillosa que me ayudó a salir del pozo en el que me encontraba. Comencé a ejercitarme, dejé de comer basura. No es que mi dieta actual sea la más sana de la tierra, pero es muy balanceada y nutritiva, aunque me doy un par de gustos pecaminosos de comida rápida de vez en cuando. Además, encontré una verdadera pasión en la lectura. Tengo una biblioteca con más de mil libros! Sé que no es mucho (para mí lo es), pero es solo el comienzo. Los he leído todos!" - concluyó con orgullo.

Era otra persona. Tenía una visión optimista del mundo y de la vida y todo comenzó por un pequeño paso, al que siguieron varios otros pequeños pasos.

Cómo construir Autoestima, entonces.
Insisto, cada persona es diferente, pero yo creo que, en general, las frases optimistas no son de mucha utilidad si solo se les lee en Facebook cada día, sin que generen una acción específica.

Lee aquí también "Una Reflexión: ¿Fracasé si a los 40 no soy quien esperaba ser?"

Para mí, existen tres pasos clave que deben darse al inicio, cuando uno toma la decisión de levantar su autoestima
  1. La autoestima comienza por la Salud personal. Mente sana en cuerpo sano. Verdad absoluta. La buena noticia es que depende de nosotros únicamente. ¿No tienes tiempo? ¡Mentira! Sí lo tienes.
    • Hacer deporte produce endorfinas, que generan felicidad y placer.
    • Pero eso no es todo. Al hacer deporte, por ejemplo caminar 1 hora tres veces por semana, tu cuerpo empieza a fortalecerse y cambiar. El primer resultado es inmediato. Esto produce satisfacción con uno mismo, porque la imagen que vemos en el espejo nos agrada más y porque nos sentimos mejor - físicamente.
    • Finalmente, hay un efecto de "logro". Así es. A la mayoría de nosotros nos da tremenda pereza levantarnos para ir a un gimnasio o salir a correr o practicar cualquier deporte. Por eso, cuando lo hacemos, sentimos que nos hemos vencido a nosotros mismos. Esa sensación de victoria nos levanta el ánimo brutalmente.
    • Comer sano es clave. No significa hacer dietas rigurosas. Significa, simplemente, mejorar nuestra alimentación. El efecto inmediato es deshincharnos y sentir menos pesadez y malestar. El ánimo trepa inmediatamente, por las mismas razones que vimos antes. Te sugiero contactar un experto en nutrición.
  2. Limpia tus pensamientos
    • Todos los días, el estrés, el tráfico, las deudas, el gobierno y tantos otros problemas, nos llenan la cabeza de mala actitud. Debemos aprender a filtrar toda esa información inútil, que solo nos contamina y nos predispone negativamente.
    • ¿Haz hecho el esfuerzo de sonreír mientras manejas? Haz la prueba y me cuentas.
    • Es cierto, todos tenemos problemas reales, pero llenamos nuestra cabeza de cientos de problemas imaginarios y de problemas absurdos, como pelearnos con cada triste ciudadano que maneja su automóvil junto al nuestro en medio de la selva asfáltica.
    • Todo tiene un lado positivo. Debemos aprender a ver lo bueno de la vida y no solo lo malo.
  3. Mete pequeños goles.
    • Soy un profundo creyente de los pequeños triunfos para levantar el ánimo.
    • Encuentra algo que te encante y hazlo. Verás cómo logras cosas rápidamente.
    • Por ejemplo, yo, el otro día, decidí sacar mi caja de Legos con más de 25 años en el depósito y comencé a armar los carritos que tenía cuando era pequeño. Mi emoción y alegría conforme iba recordando mis sensaciones de niño y, sobretodo, conforme iba completando los modelos, es indescriptible...pequeñas victorias personales.

Al final del día, la única receta es la de buscar la paz en nuestras mentes. Nuestra familia será siempre nuestro recurso más valioso, pero debemos actuar y debemos cuidarnos a nosotros mismos. Esa es la clave. Estos 3 pasos me han servido a mí en numerosas oportunidades y estoy seguro que te servirán a ti también.

No olvides darle "Like" a mi página oficial de Facebook 

Un abrazo

Esteban



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por ayudarme a enriquecer la conversación!