domingo, 16 de noviembre de 2014

¿Sirve eso de la Proactividad?

¿Qué significa eso de ser proactivo? ¿Es acaso otro cliché inventado por un “Gurú” gringo de esos que venden millones de copias en sus libros?

Decíamos en el Capítulo en que hacemos referencia a lo que un jefe valora en sus empleados, que una de las primeras características que se buscan es la proactividad

Lee aquí: ¿Puedo tener Éxito Profesional en solo 3 Meses?

Es curioso que la palabra “proactividad” no exista en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. Tendrá eso algo que ver con la realidad de nuestras sociedades?

En el Diccionario de Cambridge, la definición de proactivo es algo así como: “…la intención de producir un resultado positivo o prevenir un problema, en lugar de esperar a que el problema realmente aparezca”.

Lee aquí también mi post sobre cómo transformarte en alguien que alcanza resultados

“Si deseas tener éxito, debes salir y buscarlo hasta alcanzarlo, pues no vendrá a buscarte a tu sofá."
Aquello que ocurra en nuestras vidas será
siempre una consecuencia de nuestras decisiones

Yo considero que la proactividad es una de las claves del éxito, ya que este último no cae del cielo. Solo alcanzan el éxito aquellos que lo definen, que lo planean, que lo buscan, que lo intentan sin desanimarse.

Si uno lee con atención los párrafos anteriores, notará que la proactividad está reservada solo para aquellos que son capaces de comprender que lo que les sucede en la vida es el resultado de sus propias acciones, es su propia responsabilidad y no la culpa de terceras personas, del entorno o del espíritu santo.

El principio inherente a la proactividad es la responsabilidad. Es hacerte dueño de tus propios actos y de las consecuencias de los mismos.
Déjame contarte una historia:

Alonso es una persona que era parte del entorno que yo frecuentaba en mis épocas de universitario.
Era un tipo inteligente, sin duda y con un muy buen perfil académico.
El problema con él tenía que ver con su actitud. Siempre andaba criticando a los demás y tenía una visión particularmente negativa del mundo.

Luego de graduarse de la universidad, recuerdo haber conversado con él y preguntarle cómo iba en el proceso de búsqueda de trabajo:
“Estoy haciendo lo único que se puede hacer - me dijo - tengo una lista de cerca de 50 amigos y conocidos de mi papá, a quienes pienso enviar mi hoja de vida y llamaré para que me entrevisten.”
“Pero, ¿en cuál de esas empresas te gustaría trabajar?” – le pregunté.
“Eso no es relevante. La única manera de conseguir empleo es a través de conocidos y buenos contactos. Eso de pasar por evaluaciones de recursos humanos es una estafa. En las empresas la gente solo contrata a sus amigos y conocidos.” – me respondió.
Le comenté que no estaba de acuerdo. “Yo creo que las empresas buscan contratar a los mejores, en general, y si eres bueno y tienes una buena evaluación y entrevistas, te deberían contratar.” Me respondió que no, que yo era un soñador y que la vida no funcionaba de esa manera.

Algunos años más tarde, nos encontramos y noté que él no estaba muy satisfecho de su carrera, ya que no paró de culpar al "bruto" de su jefe por el hecho de no haber prosperado más.

En medio de la conversación, se nos acercaron a conversar Bernardo y Arnulfo.

Bernardo no fue muy estudioso, pero tenía un gran olfato para los negocios y dirigía su propia empresa, mientras que Arnulfo, ocupaba una gerencia en un importante banco local.

Estuvimos conversando por un rato y luego ellos se retiraron. Le comenté a Alonso que tenía mucha estima por ellos dos y que me daba mucho gusto que les estuviera yendo bien en sus carreras profesionales.

Su respuesta no me sorprendió: “Mira – me dijo – Bernardo es un tipo poco inteligente, aunque simpático sociablemente. Todo lo que ha logrado es por el dinero de su padre, quien prácticamente le ha regalado lo que tiene, mientras que a Arnulfo le va bien en su trabajo, porque sabe venderse y se dedica a adular a sus jefes. En ese banco solo suben los adulones.”
¿Qué nos deja esta historia?

Lo más saltante de esta historia es la actitud y la visión del mundo de Alonso.
Para él, solo se trata de lo que el entorno decide. Es alguien que ha rechazado por completo su responsabilidad con la vida y consigo mismo. Cuando se trata de opinar sobre los logros del resto, él los menosprecia, argumentando que solo la suerte, los buenos contactos y la renuncia a los principios personales sirve para tener éxito en la vida.

¿Alguna duda de por qué esta persona no tiene éxito en su vida?

Quisiera cerrar este post con algunas conclusiones:
  1. Debemos volvernos proactivos para tener éxito en nuestro empleo y en la vida.
  2. Ser proactivos no tiene que ver solo con nuestra iniciativa para aportar ideas y solucionar problemas, tiene que ver con cómo abordamos la vida, sabiendo que somos amos y señores de nuestras decisiones, de nuestros actos y de las consecuencias de estos.
  3. No olvidemos que si algo sale bien, será nuestro mérito. Si algo sale mal, será consecuencia de algún error u omisión hecha por nosotros, pero tampoco importará, pues tomaremos la decisión en ese minuto de revertir los resultados negativos.
  4. ¿Puede todo el mundo ser Proactivo? En mis próximos posts daré respuesta a esta pregunta y hablaré de Autoconfianza.
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Un abrazo

Esteban


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