domingo, 16 de junio de 2013

Trazando mi Ruta al Éxito - Parte II Dimensión Familiar


Definición de Éxito

Plantear el éxito en el ámbito familiar es, probablemente, una de las definiciones más difíciles para mí.

He conversado con muchas personas y he recibido muchos comentarios al respecto y me señalan cosas como que “todos queremos tener éxito en el aspecto familiar, pero uno no puede planificarlo, pues no depende solo de nosotros.”

Quizás esta última frase engloba la principal y más común razón por la que muchas personas se rehúsan a fijarse metas familiares.

Sin embargo, al igual que en las otras dos dimensiones del éxito, la personal y la profesional, nuestro éxito dependerá de las metas que nos tracemos, de cuánto trabajemos por conseguirlas y de cómo lidiemos con aquellas cosas que no están en nuestro control y dependen de otras personas.

Sin embargo, la gran complejidad del éxito familiar, para mí radica en tres cosas:

  1. La Familia es la familia y por lo tanto, muchas personas tienden a tomarla por sentado. La familia siempre estará allí, independientemente de lo que uno haga o deje de hacer. Además, siempre habrá otras urgencias.
  2. Confundimos el trabajar muy duro (meta profesional) con el fin de darle una mejor calidad de vida y mejores oportunidades a la familia, con las metas familiares propiamente tales, que involucran algo mucho más profundo que el dinero o las cosas materiales.
  3. Fijar una meta familiar implica que nos motivará hacer algo por los demás, sin pretender recibir nada, absolutamente nada a cambio. Y eso es lo más difícil de comprender.
Déjame contarte una nueva historia

Antonio tenía 35 años y había sido promovido a Gerente de Logística en una importante empresa industrial de la ciudad. Aquél día, un 22 de Abril, telefoneó a María, su esposa, apenas salió de la reunión con Gerente General, para contarle las buenas noticias.

-
- ¿Amor? – preguntó con un tono entre ansioso y alegre
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- Sí, amor. Cuéntame a qué se debió esta reunión de último minuto con el Gerente General. ¿Está todo bien? – preguntó ella con algo de preocupación
- No solo está todo bien, mi vida – respondió él – ¡está todo mejor que nunca!

Le contó los detalles de la reunión y de cómo el Gerente General le había promovido. “Eso sí, mencionó, el Gerente General me ha dicho que tengo que estar dispuesto a trabajar muy duro y por largas horas, pues la posición tiene un nivel de responsabilidad muy alto y los clientes pueden requerir de nosotros cualquier día dela semana a cualquier hora.” Ella respondió “no es nada que no sepas. Has trabajado durísimo durante todos estos años, por largas horas, para llegar a donde has llegado y te lo mereces. No me cabe duda de que vas a sobresalir, como siempre.”

Este diálogo da muestra de lo cercana y fuerte de la relación entre Antonio y su esposa María.

Antes de colgar, María finaliza la conversación diciendo “Antonio, no olvides llamar a tu padre que ha estado enfermo y está tratando de comunicarse contigo hace varios días.” “Ok, mi amor, no te preocupes. Ahora lo llamo” respondió él. Luego de colgar el teléfono, lo guardó en su bolsillo y se fue a la oficina del Gerente de Administración y Finanzas, quien lo llamaba en ese minuto para felicitarlo. “Después lo llamo”, pensó mientras caminaba.

La llamada a su padre nunca ocurrió. Antonio era una persona bastante ocupada y su padre, de 68 años llevaba ya algún tiempo jubilado, sin embargo, no se veían mucho y hablaban por teléfono muy poco.

Ambos tenían una buena relación, pero definitivamente no la cultivaban. Antonio pensaba que no era algo relevante. Él amaba a su padre y sabía que su padre lo amaba a él también, así que no había necesidad de “falsos protocolos” como él les llamaba, en referencia a gestos como hablar por teléfono y realizar visitas.

Pasaron algunos días y, concretamente el 29 de Abril, Antonio recibió una llamada de su hermano quien le comentó que su padre había tenido un infarto y había sido llevado a una clínica para ser atendido.

Antonio partió rápidamente para allá.

Al llegar, le indicaron que su padre estaba en cuidados intensivos y su situación era reservada. Pidió que le dejaran verlo, pero no pudo.

Luego de algunas horas, le dejaron pasar a saludar a su padre. Lo encontró con muy mal semblante y una expresión sombría, aquella que tienen las personas que saben que pronto partirán. Antonio le cogió la mano y le contó que había sido promovido la semana anterior y que quería ir con él a tomar una cerveza para celebrar. Su padre le apretó la mano fuertemente, lo miró a los ojos y le dijo: “Nunca dejarás de hacerme sentir orgulloso de ti y esa cerveza nos la tomaremos de todas maneras!

Lamentablemente, el papá de Antonio no pudo cumplir su promesa, pues esa misma noche perdió la vida.

Esta situación afectó profundamente a Antonio y le hizo dar cuenta de algo. La vida puede ser muy corta y un evento fortuito puede cambiarla para siempre.

Coger un teléfono y llamar a nuestros padres, hermanos, esposos e hijos, preguntarles cómo están y qué novedades hay en sus vidas, no toma más de unos pocos minutos.

La mayor parte de nosotros pasa numerosas horas a la semana atrapado en el tráfico entre la casa y el trabajo. Con la tecnología actual, se puede aprovechar perfectamente cada pequeño momento para realizar una llamada que puede mejorarle la vida a uno y al resto.

¿Qué significa ser exitoso en lo familiar, entonces?

Para mí, ser exitoso en lo familiar significa ser el mejor padre o madre que puedas ser, el mejor hijo o hija que puedas ser, el mejor esposo o esposa que puedas ser…y ser el mejor en esos ámbitos implica, simple y duramente, entregar todo el amor, cariño y presencia real que exista en tu ser.

Él éxito en lo familiar, entonces, se mide por cuánto amor y preocupación sincera le entregas a las personas que te rodean, sin esperar nada a cambio, aunque usualmente recibirás tanto o más cariño que el has entregado.

No se trata de regalos o consideraciones específicas, se trata de que te propongas llamar más seguido, visitar más seguido, jugar más seguido, conversar más seguido y escuchar más seguido a esas personas que te adoran y que te quieren cerca de sus vidas, por la sencilla razón de tener la misma sangre.

Empieza ahora mismo! Coge el teléfono celular y dale una llamada a quien tú elijas de tu familia para preguntarle qué ha sido de su vida.

Repitiendo este ritual, con la suficiente frecuencia (al menos con mayor frecuencia que hasta ahora), te acercarás a ellos y estoy seguro que te sentirás con mucho más energías para buscar el éxito en lo personal y en lo profesional.

¿Cómo me trazo una meta en lo familiar, específicamente?

  1. Toma una hoja de papel
  2. Anota los nombres de las personas más cercanas a ti (padre, madre, hermanos, hijos)
  3. Al lado de cada nombre, anota de qué manera te vas a acercar más a cada uno de ellos
    • Llamar más seguido a tus hermanos
    • Visitar a tu madre al menos una vez al mes y llamarla cada par de semanas
    • Llegar temprano a casa 2 veces por semana para jugar con tus hijos
    • Comprarle flores o algún detalle a tu esposa o esposo con más frecuencia
    • Decir “te quiero mucho” cada vez que hables con ellos y estés finalizando la llamada.
    • Más abrazos para todos, más besos para todos, más “te quiero” para todos

Sé que en todas las familias hay circunstancias especiales y algunas no muy agradables, pero este post busca que ENTREGUES MÁS, CARIÑO, porque estoy convencido de que eso te va a hacer mejor, así no recibas nada a cambio.

Te espero la próxima semana para que conversemos sobre las metas profesionales, a las que les dedicaremos algunos capítulos.

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Un abrazo grande

Esteban

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