Cada vez
que un año termina y otro comienza, muchas personas repasan sus logros de
los últimos 365 días.
Algunos
lograron dejar de fumar, otros compraron la casa de sus sueños, otros cambiaron
de trabajo, bajaron de peso, viajaron a algún lugar exótico o, simplemente,
fueron más felices y pasaron más tiempo con la familia.
Esos son
los casos de éxito.
A todos nos
encantaría poder terminar el año haciendo un recuento positivo del cumplimiento
de las metas que nos trazamos al inicio.
Sin
embargo, muchas veces eso no ocurre.
Tal y como
mencionaba en el artículo Las 7 Excusas de quienes no cumplen sus metas, la diferencia entre una excusa y una razón,
es que la primera es una vacía explicación sin sustento de por qué no hice lo
que dije que iba a hacer, mientras que la segunda representa un obstáculo real
que, si bien impidió que llegara a la meta, era sorteable e identificable desde
el principio.
Al final,
el 92% de las personas no cumplen sus metas cada año y, más allá de las
excusas, debemos tener claros cuáles son los errores frecuentes que se cometen
en el proceso y que confabulan contra el éxito.
Lee aquí las 7 Acciones para que tu Jefe te escuche
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En esa
línea, he decidido escribir una lista de 5 Buenas Prácticas, que ejecutan las
personas que usualmente logran sus metas y, por lo tanto, se sienten exitosas y
más felices.
El Cambio de Hábitos
Antes de
comenzar, quisiera recordar algunas de las más comunes metas que uno se plantea
cada año, según estadísticas de diferentes estudios que encontré en internet.
No pretendo ser riguroso estadísticamente, simplemente, quiero utilizarlas como
ejemplo:
- Perder Peso (H)
- Dejar de Fumar (H)
- Cambiar de Trabajo / Poner un Negocio propio (C)
- Mejorar mi Educación Académica (C)
- Ahorrar (H)
- Manejar el Stress (H)
- Ir al Gimnasio (H)
- Comer de manera más saludable (H)
- Disminuir las Deudas (H)
- Realizar viajes (C)
- Reciclar y ser un poco más "verde" (H)
- Ayudar a otros y hacer voluntariado (H)
- Tomar menos alcohol (H)
Si ves la
lista con detenimiento, notarás que al costado de cada frase anoté una (H) o
una (C).
La (H)
significa que cumplir esa meta implica un cambio de hábitos personales,
mientras la (C) implica, no necesariamente un cambio de hábito, pero sí salir
fuertemente de la zona de confort y cambiar muchas de las cosas que nos ocurren
hoy.
Por
ejemplo, para perder peso, debemos cambiar nuestro estilo de vida; la manera en
que nos alimentamos, nuestros patrones de sueño, la cantidad de tiempo que
invertiremos en hacer deporte y por lo tanto, el tiempo de TV y vida sedentaria
que sacrificaremos; todo esto son cambios de hábito.
En casi
todos los casos, la gran complejidad del cumplimiento del objetivo radica en
tener que cambiar la manera en que nos comportamos.
¿Cuál es el
problema?
Pues que
cambiar es muy difícil y toma tiempo.
Según
algunos estudios y mi experiencia personal, cambiar un hábito, toma entre 3 y 9
meses, dependiendo de cuán arraigado esté.
Por
ejemplo, cuando yo dejé de fumar, utilicé el parche de nicotina durante tres
meses (en los cuales no fumé ni un solo cigarrillo), los que me ayudaban a
lidiar con la ansiedad y, durante los siguientes tres meses, evité momentos y
lugares típicos de “un cigarrito”. Me costó mucho, pero 8 o 9 meses después de
dejar de fumar, ya no sentía la necesidad de hacerlo.
¿Por qué
menciono esto? Vamos a la Lista de 5 Claves para tener éxito en nuestros
objetivos del año, para descubrirlo.
5 Trucos para lograr las metas del año
Ponte de 1 a 3 metas por año, ¡como
máximo! (1)
Me imagino
que te preguntarás ¿por qué tan pocas? Ha comenzado un año, uno está
lleno confianza y quiere ser una persona nueva. Tener 1 o 2 objetivos no me va a cambiar completamente.
Pues,
¡paciencia mi amigo o amiga!
“Quien
mucho abarca, poco aprieta”
Como vimos
más arriba en este post, la mayoría de objetivos personales que nos trazamos
tienen que ver con cambiar hábitos.
Si toma
entre 3 y 9 meses cambiar un hábito y es algo complejo, que requiere mucho
esfuerzo y dedicación, es altamente improbable que podamos romper 10 hábitos en
simultáneo en un año.
Fijarse 7 u
8 metas para el año, es una receta para el fracaso. No se cumplirá ninguna.
Enfocarse
en 1 o 2, por separado, es mucho más efectivo. Si te concentras en dejar de
fumar el primer semestre, podrás enfocarte en retomar el gimnasio o la
actividad física en el segundo.
Tienes toda una vida por delante para ir
cumpliendo tus objetivos de a pocos, pero haz una cosa a la vez, bien hecha.
Ponte metas medibles (2)
Los gringos
utilizan un concepto que es “accountability”, que se puede traducir algo así
como la capacidad de cuantificar tus logros.
Cuando uno
se pone metas filosóficas o etéreas, se hace muy complicado poder cumplirlas,
ya que no se puede determinar el nivel de esfuerzo, ni las características del
logro.
Por
ejemplo, un amigo mío que pesaba 135 kilos y cuyo peso ideal estaba alrededor
de los 85 kilos me comentó alguna vez que se había propuesto bajar de peso y “durante
el próximo año, iba a dedicarse plenamente a esa tarea, por el bien de su salud
y su relación con su familia”.
A mí me
pareció muy bien. El tipo tenía que cuidarse y pensar en que si seguía así de
gordo, tendría problemas serios de salud en el futuro.
Me lo
encontré poco menos de un año después. La verdad es que, desde mi perspectiva,
estaba exactamente igual de gordo, sino un poco más.
Le pregunté
qué había pasado con su consigna y me respondió que “se esforzó mucho para
bajar de peso, dejando de comer algunas cosas y saliendo a caminar por las
mañanas, pero que luego de un tiempo, al ver que no se acercaba si quiera a su
peso ideal, ‘entendió’ que eso de bajar de peso no era para él”.
Ahora,
veamos la diferencia con otra persona que conocí en el trabajo, que se propuso
lo mismo.
Era un muchacho de 28 años, con obesidad mórbida, parecía de 50 años
y pesaba unos 140 kilos, cuando su peso ideal era de 70. ¡Sí, el doble!
Este chico,
con la salud en riesgo, se propuso bajar de peso. “El primer año, bajaré 40
kilos. Para eso me someteré a una operación de banda gástrica – me dijo. El
segundo año, con una dieta modificada y con los beneficios de la operación, así
como con una rutina especial de gimnasio que estoy trabajando con un
entrenador, bajaré 10 kilos adicionales por mes.”
Al tener
metas tan claras y con cifras de referencia bien establecidas, este chico, cuyo
nombre es Raul, bajó de peso consistente y dramáticamente.
No sé si
los plazos se cumplieron como él los tenía establecidos, pero el hecho de haber
puesto cifras específicas a su objetivo, hizo que él pudiera evaluar su avance
y armar un plan concreto para lograrlo. Hoy es otra persona. Debe estar muy
cerca de los 70 kilos.
Entonces,
si te pones una meta, hazla medible en un período de tiempo. ¿Dejar de fumar?
¿Cuándo?, ¿Ir al Gimnasio? ¿Con qué frecuencia y a partir de cuándo?
Traza metas realistas y bien definidas (3)
A
diferencia del caso anterior, en que es imposible medir el avance o el nivel de
logro de una meta, al no establecer objetivos concretos, existen personas que
sí se ponen objetivos concretos, pero estos son demasiado agresivos, más allá
de lo razonable.
Por
ejemplo, si vemos el caso de Raul, él se propuso alcanzar su peso ideal en un
lapso de dos años. Hubiera sido frustrante para él y, probablemente riesgoso
para su vida, si se hubiera puesto la meta de bajar 70 kilos en 3 meses.
Asimismo,
conozco a una chica llamada Ana, que fue muy deportista de niña y de
universitaria, pero luego, como mucho de nosotros, por las obligaciones
laborales y luego, por sus deberes de madre, dejó el deporte.
Pasado un
tiempo, cuando sus hijos crecieron y su vida se estabilizó un poco, me comentó
que quería retomar el deporte. Ella hacía atletismo y natación, pero una lesión
le impedía hacerlo de manera competitiva, así que decidió ir a clases de
spinning.
“Me he
matriculado en un programa de 5 veces por semana”, me comentó. “Con eso, me
pondré en forma rápidamente. Siempre fui muy deportista, así que no creo que
haya problema”.
Pues bien,
al poco tiempo supe que no pudo cumplir con asistir 5 veces por semana ni una
sola vez y al poco tiempo dejó las clases por completo.
Ella
llevaba más de diez años sin una rutina deportiva y debió ponerse una meta más
gradual para poderla ir cumpliendo y para poder irse adaptando al nuevo estilo
de vida. Tal vez dos o tres veces por semana por los primeros seis meses
hubiera sido más razonable.
Convicción, convicción y más convicción (4)
Como solo vamos a tener entre 1 y 3 metas para el año, elijamos cosas que
REALMENTE queremos.
Si dudamos, borrémolas de la lista, ya que será
imposible lograr algo que realmente no queremos hacer.
Por
ejemplo, conozco mucha gente que fuma y quiere dejar de fumar. Yo dejé de fumar
hace casi tres años, por lo tanto me preguntan cómo lo logré.
“Yo utilicé
el parche de nicotina” – les digo. “¿Esos parches funcionan?” – es la pregunta
de rigor. Entonces, mi respuesta habitual es: “Primero que nada, si no deseas
dejar de fumar, realmente, no existe parche en el mundo que deje de fumar por
ti. Quien va a dejar el cigarro, por su bien y por el bien de su entorno, eres
tú. El parche es solo una herramienta, así que tienes que tener la absoluta
convicción de hacerlo, sino, no va a funcionar.”
Y es
cierto.
Muchos
amigos me responden que quieren dejar de fumar, aunque no por completo.
Quisieran mantener el cigarrillo social, aquel que fumas con “unos tragos”.
Entonces, les respondo que no gasten su dinero en parches, que son caros.
Cuando quieran dejar de fumar al 100%, pónganlo en su lista y háganlo.
Lo
anterior, aplica también para el gimnasio y los personal trainers, para las
dietas milagrosas y los nutricionistas caros, para bajar el stress y para
balancear más la vida personal y la profesional.
Si
realmente lo quieres hacer y tienes la convicción de hacerlo, ponlo como
objetivo.
Planifica y ten claros los obstáculos (5)
Cambiar un
hábito es difícil. Lograr un objetivo de superación personal, usualmente también
lo es. Si todo lo anterior funciona bien, pues deberás tener un plan más o
menos claro de cómo vas a lograrlo.
Por
ejemplo, cuando me propuse disminuir mis niveles de stress y tensión personal,
el médico me dijo que tenía que hacer deporte, al menos tres veces por semana,
como parte de mi tratamiento.
Sin
embargo, yo salí con una lista enorme de excusas, como no tener tiempo, estar
muy ocupado, las lesiones, la falta de partners, etc.
Él me dijo
algo muy claro: “No sé cómo vas a hacerlo, pero tienes que sentarte a pensarlo,
porque de lo contrario, tus niveles de tensión te van a hacer estallar. Míralo
como la necesidad de tomar una medicina regularmente. La buena noticia es que
te encanta hacer deporte, es divertido y es sano. Es un problema feliz el que
tienes.”
El doctor
tenía toda la razón.
Al final,
lo conversé con mi esposa y encontré el horario y la frecuencia adecuada para
ir al gimnasio. Además, por mi trabajo, debo viajar una o dos semanas al mes,
por lo que tenía que ver cómo metía ese obstáculo en la ecuación, para no
perjudicar el proceso de generación del hábito.
En el
camino, tuve que aprender a levantarme más temprano, dejar un maletín de ropa
listo en las noches para poder salir más rápido y a ser más eficiente en mi
trabajo, para ganarle media hora diaria.
Planificación,
esfuerzo, prueba y error.
Hay cosas
que en el camino no funcionan (obstáculos). Tenemos que resolverlas y rehacer
el plan, pero nunca darnos por vencidos.
Conclusión
Cumplir con
nuestras metas de mejora es un proceso difícil, pero que podemos simplificar de
manera inteligente. Debemos enfocarnos en pocas cosas, pero que realmente
valoremos, para tener la motivación de lograrlas. Con un poco de orden y de
claridad en las metas, podremos tener éxito. ¡No lo dudo!
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