lunes, 12 de enero de 2015

5 Acciones de Gente que Cumple sus Metas

Cada vez que un año termina y otro comienza, muchas personas repasan sus logros de los últimos 365 días.

Algunos lograron dejar de fumar, otros compraron la casa de sus sueños, otros cambiaron de trabajo, bajaron de peso, viajaron a algún lugar exótico o, simplemente, fueron más felices y pasaron más tiempo con la familia.

Esos son los casos de éxito.

A todos nos encantaría poder terminar el año haciendo un recuento positivo del cumplimiento de las metas que nos trazamos al inicio.

Sin embargo, muchas veces eso no ocurre.

Tal y como mencionaba en el artículo Las 7 Excusas de quienes no cumplen sus metas, la diferencia entre una excusa y una razón, es que la primera es una vacía explicación sin sustento de por qué no hice lo que dije que iba a hacer, mientras que la segunda representa un obstáculo real que, si bien impidió que llegara a la meta, era sorteable e identificable desde el principio.

Al final, el 92% de las personas no cumplen sus metas cada año y, más allá de las excusas, debemos tener claros cuáles son los errores frecuentes que se cometen en el proceso y que confabulan contra el éxito.

Lee aquí las 7 Acciones para que tu Jefe te escuche

En esa línea, he decidido escribir una lista de 5 Buenas Prácticas, que ejecutan las personas que usualmente logran sus metas y, por lo tanto, se sienten exitosas y más felices.

El Cambio de Hábitos


Antes de comenzar, quisiera recordar algunas de las más comunes metas que uno se plantea cada año, según estadísticas de diferentes estudios que encontré en internet. 

No pretendo ser riguroso estadísticamente, simplemente, quiero utilizarlas como ejemplo:

  • Perder Peso (H)
  • Dejar de Fumar (H)
  • Cambiar de Trabajo / Poner un Negocio propio (C)
  • Mejorar mi Educación Académica (C)
  • Ahorrar (H)
  • Manejar el Stress (H)
  • Ir al Gimnasio (H)
  • Comer de manera más saludable (H)
  • Disminuir las Deudas (H)
  • Realizar viajes (C)
  • Reciclar y ser un poco más "verde" (H)
  • Ayudar a otros y hacer voluntariado (H)
  • Tomar menos alcohol (H)


Si ves la lista con detenimiento, notarás que al costado de cada frase anoté una (H) o una (C).

La (H) significa que cumplir esa meta implica un cambio de hábitos personales, mientras la (C) implica, no necesariamente un cambio de hábito, pero sí salir fuertemente de la zona de confort y cambiar muchas de las cosas que nos ocurren hoy.

Por ejemplo, para perder peso, debemos cambiar nuestro estilo de vida; la manera en que nos alimentamos, nuestros patrones de sueño, la cantidad de tiempo que invertiremos en hacer deporte y por lo tanto, el tiempo de TV y vida sedentaria que sacrificaremos; todo esto son cambios de hábito.

En casi todos los casos, la gran complejidad del cumplimiento del objetivo radica en tener que cambiar la manera en que nos comportamos.

¿Cuál es el problema?

Pues que cambiar es muy difícil y toma tiempo.

Según algunos estudios y mi experiencia personal, cambiar un hábito, toma entre 3 y 9 meses, dependiendo de cuán arraigado esté.

Por ejemplo, cuando yo dejé de fumar, utilicé el parche de nicotina durante tres meses (en los cuales no fumé ni un solo cigarrillo), los que me ayudaban a lidiar con la ansiedad y, durante los siguientes tres meses, evité momentos y lugares típicos de “un cigarrito”. Me costó mucho, pero 8 o 9 meses después de dejar de fumar, ya no sentía la necesidad de hacerlo.

¿Por qué menciono esto? Vamos a la Lista de 5 Claves para tener éxito en nuestros objetivos del año, para descubrirlo.

5 Trucos para lograr las metas del año

Ponte de 1 a 3 metas por año, ¡como máximo! (1)


Me imagino que te preguntarás ¿por qué tan pocas? Ha comenzado un año, uno está lleno confianza y quiere ser una persona nueva. Tener 1 o 2 objetivos no me va a cambiar completamente.

Pues, ¡paciencia mi amigo o amiga!

“Quien mucho abarca, poco aprieta”

Como vimos más arriba en este post, la mayoría de objetivos personales que nos trazamos tienen que ver con cambiar hábitos.

Si toma entre 3 y 9 meses cambiar un hábito y es algo complejo, que requiere mucho esfuerzo y dedicación, es altamente improbable que podamos romper 10 hábitos en simultáneo en un año.

Fijarse 7 u 8 metas para el año, es una receta para el fracaso. No se cumplirá ninguna.

Enfocarse en 1 o 2, por separado, es mucho más efectivo. Si te concentras en dejar de fumar el primer semestre, podrás enfocarte en retomar el gimnasio o la actividad física en el segundo. 

Tienes toda una vida por delante para ir cumpliendo tus objetivos de a pocos, pero haz una cosa a la vez, bien hecha.

Ponte metas medibles (2)

Los gringos utilizan un concepto que es “accountability”, que se puede traducir algo así como la capacidad de cuantificar tus logros.

Cuando uno se pone metas filosóficas o etéreas, se hace muy complicado poder cumplirlas, ya que no se puede determinar el nivel de esfuerzo, ni las características del logro.

Por ejemplo, un amigo mío que pesaba 135 kilos y cuyo peso ideal estaba alrededor de los 85 kilos me comentó alguna vez que se había propuesto bajar de peso y “durante el próximo año, iba a dedicarse plenamente a esa tarea, por el bien de su salud y su relación con su familia”.

A mí me pareció muy bien. El tipo tenía que cuidarse y pensar en que si seguía así de gordo, tendría problemas serios de salud en el futuro.

Me lo encontré poco menos de un año después. La verdad es que, desde mi perspectiva, estaba exactamente igual de gordo, sino un poco más.

Le pregunté qué había pasado con su consigna y me respondió que “se esforzó mucho para bajar de peso, dejando de comer algunas cosas y saliendo a caminar por las mañanas, pero que luego de un tiempo, al ver que no se acercaba si quiera a su peso ideal, ‘entendió’ que eso de bajar de peso no era para él”.

Ahora, veamos la diferencia con otra persona que conocí en el trabajo, que se propuso lo mismo. 

Era un muchacho de 28 años, con obesidad mórbida, parecía de 50 años y pesaba unos 140 kilos, cuando su peso ideal era de 70. ¡Sí, el doble!

Este chico, con la salud en riesgo, se propuso bajar de peso. “El primer año, bajaré 40 kilos. Para eso me someteré a una operación de banda gástrica – me dijo. El segundo año, con una dieta modificada y con los beneficios de la operación, así como con una rutina especial de gimnasio que estoy trabajando con un entrenador, bajaré 10 kilos adicionales por mes.”

Al tener metas tan claras y con cifras de referencia bien establecidas, este chico, cuyo nombre es Raul, bajó de peso consistente y dramáticamente.

No sé si los plazos se cumplieron como él los tenía establecidos, pero el hecho de haber puesto cifras específicas a su objetivo, hizo que él pudiera evaluar su avance y armar un plan concreto para lograrlo. Hoy es otra persona. Debe estar muy cerca de los 70 kilos.

Entonces, si te pones una meta, hazla medible en un período de tiempo. ¿Dejar de fumar? ¿Cuándo?, ¿Ir al Gimnasio? ¿Con qué frecuencia y a partir de cuándo?


Traza metas realistas y bien definidas (3)

A diferencia del caso anterior, en que es imposible medir el avance o el nivel de logro de una meta, al no establecer objetivos concretos, existen personas que sí se ponen objetivos concretos, pero estos son demasiado agresivos, más allá de lo razonable.

Por ejemplo, si vemos el caso de Raul, él se propuso alcanzar su peso ideal en un lapso de dos años. Hubiera sido frustrante para él y, probablemente riesgoso para su vida, si se hubiera puesto la meta de bajar 70 kilos en 3 meses.

Asimismo, conozco a una chica llamada Ana, que fue muy deportista de niña y de universitaria, pero luego, como mucho de nosotros, por las obligaciones laborales y luego, por sus deberes de madre, dejó el deporte.

Pasado un tiempo, cuando sus hijos crecieron y su vida se estabilizó un poco, me comentó que quería retomar el deporte. Ella hacía atletismo y natación, pero una lesión le impedía hacerlo de manera competitiva, así que decidió ir a clases de spinning.

“Me he matriculado en un programa de 5 veces por semana”, me comentó. “Con eso, me pondré en forma rápidamente. Siempre fui muy deportista, así que no creo que haya problema”.

Pues bien, al poco tiempo supe que no pudo cumplir con asistir 5 veces por semana ni una sola vez y al poco tiempo dejó las clases por completo.

Ella llevaba más de diez años sin una rutina deportiva y debió ponerse una meta más gradual para poderla ir cumpliendo y para poder irse adaptando al nuevo estilo de vida. Tal vez dos o tres veces por semana por los primeros seis meses hubiera sido más razonable.


Convicción, convicción y más convicción (4)

Como solo vamos a tener entre 1 y 3 metas para el año, elijamos cosas que REALMENTE queremos.

Si dudamos, borrémolas de la lista, ya que será imposible lograr algo que realmente no queremos hacer.

Por ejemplo, conozco mucha gente que fuma y quiere dejar de fumar. Yo dejé de fumar hace casi tres años, por lo tanto me preguntan cómo lo logré.

“Yo utilicé el parche de nicotina” – les digo. “¿Esos parches funcionan?” – es la pregunta de rigor. Entonces, mi respuesta habitual es: “Primero que nada, si no deseas dejar de fumar, realmente, no existe parche en el mundo que deje de fumar por ti. Quien va a dejar el cigarro, por su bien y por el bien de su entorno, eres tú. El parche es solo una herramienta, así que tienes que tener la absoluta convicción de hacerlo, sino, no va a funcionar.”

Y es cierto.

Muchos amigos me responden que quieren dejar de fumar, aunque no por completo. Quisieran mantener el cigarrillo social, aquel que fumas con “unos tragos”. Entonces, les respondo que no gasten su dinero en parches, que son caros. Cuando quieran dejar de fumar al 100%, pónganlo en su lista y háganlo.

Lo anterior, aplica también para el gimnasio y los personal trainers, para las dietas milagrosas y los nutricionistas caros, para bajar el stress y para balancear más la vida personal y la profesional.

Si realmente lo quieres hacer y tienes la convicción de hacerlo, ponlo como objetivo.


Planifica y ten claros los obstáculos (5)

Cambiar un hábito es difícil. Lograr un objetivo de superación personal, usualmente también lo es. Si todo lo anterior funciona bien, pues deberás tener un plan más o menos claro de cómo vas a lograrlo.

Por ejemplo, cuando me propuse disminuir mis niveles de stress y tensión personal, el médico me dijo que tenía que hacer deporte, al menos tres veces por semana, como parte de mi tratamiento.

Sin embargo, yo salí con una lista enorme de excusas, como no tener tiempo, estar muy ocupado, las lesiones, la falta de partners, etc.

Él me dijo algo muy claro: “No sé cómo vas a hacerlo, pero tienes que sentarte a pensarlo, porque de lo contrario, tus niveles de tensión te van a hacer estallar. Míralo como la necesidad de tomar una medicina regularmente. La buena noticia es que te encanta hacer deporte, es divertido y es sano. Es un problema feliz el que tienes.”

El doctor tenía toda la razón.

Al final, lo conversé con mi esposa y encontré el horario y la frecuencia adecuada para ir al gimnasio. Además, por mi trabajo, debo viajar una o dos semanas al mes, por lo que tenía que ver cómo metía ese obstáculo en la ecuación, para no perjudicar el proceso de generación del hábito.

En el camino, tuve que aprender a levantarme más temprano, dejar un maletín de ropa listo en las noches para poder salir más rápido y a ser más eficiente en mi trabajo, para ganarle media hora diaria.

Planificación, esfuerzo, prueba y error.

Hay cosas que en el camino no funcionan (obstáculos). Tenemos que resolverlas y rehacer el plan, pero nunca darnos por vencidos.


Conclusión

Cumplir con nuestras metas de mejora es un proceso difícil, pero que podemos simplificar de manera inteligente. Debemos enfocarnos en pocas cosas, pero que realmente valoremos, para tener la motivación de lograrlas. Con un poco de orden y de claridad en las metas, podremos tener éxito. ¡No lo dudo!






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