lunes, 5 de enero de 2015

7 Excusas: No cumpliré mi Resolución de Año Nuevo

Comienza el 2015 y seguramente eres parte, al igual que yo, de ese grupo de personas que hace resoluciones de año nuevo, es decir, que durante la última semana del año, se propone una serie de objetivos personales para cumplir durante el año venidero.

La Tasa de Bateo

Lamentablemente, te tengo malas noticias. 

Lo más probable es que no cumplas con casi nada de lo que has prometido. 

No solo eso, estoy seguro que muchas de las cosas que están en tu lista para el 2015, también estuvieron en tu lista para el 2014 y, probablemente, estén en la del 2016.

Según un Estudio de la University of Scranton, solamente el 8% de las personas cumplen, al menos de manera parcial, con sus resoluciones de año nuevo.

Según FranklinCovey el 35% de las personas incumplen sus resoluciones apenas en el mes de Enero.

Eso significa que un demoledor 92% de las personas que hacen resoluciones, al final no cumplen con lo que se proponen.

Lee aquí lo que hacen las personas que logran resultados

¿En qué grupo estás tú?

Las principales resoluciones que hace la gente

Es probable que alguna de las siguientes ideas te sean familiares, pues constituyen las más comunes resoluciones de año nuevo que se dan alrededor del mundo (del occidental, al menos).
Preparar una lista es bueno. La pregunta es si realmente
cumplirás con lo que allí escribes.

Eso no es algo malo, solo una mera referencia estadística.

Sin embargo, la manera en la que se determinan estas resoluciones y una serie de factores adicionales inciden en las probabilidades de éxito en su ejecución.
Perder Peso
Es la más común. Las personas estamos cada día más preocupadas por nuestra apariencia, ya sea por razones estéticas, razones vinculadas a la salud, a simple vanidad, presión social o lo que sea. Nos importa vernos bien.

Personalmente, creo que es bueno que nos importe tener el peso adecuado (de la mano con un adecuado nivel de fitness) y debería estar en nuestra lista.

Dejar de Fumar
Es muy frecuente verla por allí en las listas, también. Esta estuvo en mi lista por varios años. Específicamente durante mis primeros dos años de matrimonio. 

Por suerte, en su tercer año consecutivo en la lista, pude cumplirla.

Cambiar de Trabajo / Poner un Negocio propio
Sin duda, el stress laboral, la presión y el creciente grado de insatisfacción laboral de las personas hacen que analizar nuevas alternativas profesionales esté al tope de la lista. 

La pregunta que debemos hacernos es, si estamos tan descontentos, por qué esta resolución está permanentemente en nuestra lista (así como nosotros en la misma empresa).

Mejorar mi Educación Académica
Como parte de las aspiraciones profesionales de las personas, nos proponemos con frecuencia tomar cursos de postgrado o desarrollar nuevas habilidades, que nos sirvan para poder postular a nuevos trabajos o ascender. 

Pero estudiar requiere de inversiones altas, tiempo, dedicación y mucho sacrificio, lo cual con frecuencia no se toma en cuenta a la hora de ponerla en la lista de resoluciones.

Ahorrar
Es un hábito saludable, ¡qué duda cabe! Pero, con el costo de vida en ascenso, los salarios sin moverse y todas esas promociones especiales con descuentos increíbles en la tienda por departamentos, ¡cómo vamos a ahorrar! 

Por el contrario, no solo no se puede ahorrar, sino que uno necesita mayor línea en la tarjeta de crédito para poder aprovechar todas esas oportunidades y, además, para invertir en un armario más grande para poder almacenarlas.

Manejar el Stress
Como decía antes, el mundo dinámico y la presión constante en la que vivimos en el día a día, sumado a la presión financiera y social, al tráfico y a tantos otros factores, hacen que el nivel de stress en el que vive la gente se haya disparado por los cielos, en especial en las grandes ciudades. 

Muchas personas han notado que esos niveles de tensión son insostenibles para la salud y se han propuesto reducirlos, pero ¿cómo?

Ir al Gimnasio
Tiene que ver con la salud y la apariencia también. A menudo se pone como el medio para perder peso o disminuir el stress, pero hacer deporte es una prioridad de muchas personas al momento de definir sus cambios para el siguiente año.

Otras resoluciones que uno encuentra con frecuencia incluyen:
  • Comer de manera más saludable
  • Disminuir las Deudas
  • Realizar viajes (exóticos)
  • Reciclar y ser un poco más "verde"
  • Ayudar a otros y hacer voluntariado
  • Tomar menos alcohol

¿Está mal, entonces, ponerse resoluciones como estas?

¡En absoluto!

Yo opino que está muy bien que la gente se ponga metas. Es parte de tener éxito en la vida y eso es lo que se promueve en este blog.

El problema surge cuando esas metas no se cumplen y se transforman en inútiles declaraciones líricas, que no sirven para nada.

Es más, no solo son inútiles en el proceso de transformarnos en personas de éxito, sino que, por el contrario, generan cierto sentido de decepción y de "haber fallado", lo que se contrapone con los beneficios de una sana autoestima y avanzar paso a paso hacia el éxito.

Excusas versus Razones

Existe una gran diferencia entre estos dos conceptos, a menudo confundidos entre sí, que se interponen entre nosotros y nuestras optimistas resoluciones de año nuevo (y muchas otras que hacemos durante el año también)

Las Excusas y las Razones son los argumentos que utilizamos para justificar por qué hemos sido incapaces de cumplir con los que nos propusimos.

La diferencia radica en que las Excusas son argumentos vacíos, fácimente desbaratables, que tienen que ver con nuestra inacción y nuestras propias taras mentales para salir adelante.

Por otro lado, las razones, si bien constituyen problemas reales, pueden atacarse y resolverse y sirven para descubrir obstáculos reales en el camino.

Al final, ya sea que nos llenemos de Excusas o que no resolvamos las Razones, el resultado es el mismo: no cumplir con nuestro objetivo.

El primer paso es tener claro que las excusas están solo en nuestras cabezas y no el mundo real y que, si verdaderamente queremos tener éxito en la vida, tenemos que evitarlas.

Las 7 Principales Excusas que utilizamos

No Tengo Tiempo (1)
Somos campeones para justificar
por qué no hacemos las cosas.
Excusas no es igual a razones
¿Te suena familiar? Hace algún tiempo, conocí a un amigo que tenía un serio problema de sobrepeso. 

Su nombre era Francisco, Pancho, como le decíamos, y era un tipo alto, tenista y muy deportista de joven. 

Con el pasar de los años, empezó a subir mucho de peso. Se notaba más, al tratarse de un tipo muy alto.

Pancho medía cerca de 1.90m y, si bien su peso ideal estaba alrededor de los 90-92 kilos, a sus 40 años el pesaba cerca de 140kg.

Con ese peso, con el stress en el que vivía y con su ritmo de vida, tenía todos los indicadores de salud (colesterol, glucosa, presión arterial, etc) volando por los cielos.

Un día, fue al médico y este le dijo que no tenía opción, que si no bajaba de peso, estaba poniendo en riesgo su propia vida. Pancho era, además, padre de dos pequeños de 5 y 3 años.

3 meses después de su visita al médico, me encontré con él y me pareció que estaba más gordo aún. Le pregunté si es que había empezado con algún tratamiento. Entonces, él me explicó: 

"Mira - me dijo - me levanto todos los días a las 6.30am, preparo el desayuno de mis hijos, luego me cambio de ropa, manejo una hora al trabajo, que es muy demandante. Tomo dos horas de almuerzo, usualmente con clientes, lo que es inevitable, trabajo toda la tarde, manejo otra hora de vuelta a casa y llego destruido a las 9pm. La verdad, no tengo tiempo para hacer deporte y mi trabajo impide que haga una dieta."

Su historia parecía razonable, hasta que un día casi se muere. No recuerdo bien con quién conversó luego de ese episodio, pero parece que Pancho escuchó los consejos y decidió "hacerse el tiempo". 

Empezó a levantarse un poco más temprano, para salir antes y no agarrar la hora punta de tráfico. 

Con eso logró, a su vez, salir más temprano de su oficina para evitar el tráfico de vuelta y llegar más temprano a casa. Se inscribió en un gimnasio cercano. Al final, llegaba a casa a la misma hora, pero después de una hora de deporte.

Es decir, con un poco de inteligencia y voluntad, reestructuró su día y pudo "encontrar el tiempo". 

También dejó de tener almuerzos con clientes, ya que entendió que su vida es más importante que su trabajo, el cual, por cierto, no se vio afectado en absoluto por estos cambios. Pancho ya trabajaba más de doce horas diarias, así que su aporte era y siguió siendo altamente valioso.

El lunes comienzo (o el próximo mes o siglo) (2)
Probablemente, también, te suene familiar. Es normal que nuestra mente quiera comenzar algo en una fecha que se parezca a un comienzo también. 

El lunes es el inicio de la semana y el próximo mes comienza en un día primero, lo cual es idóneo para nuestro orden.

La verdad es que un cambio o una mejora en nuestros hábitos puede comenzar ya, pero siempre encontramos la manera de convencernos de que debemos comenzar "el lunes".

Cuando a Pancho le vinieron las complicaciones de salud, estas no comenzaron un lunes, comenzaron cualquier día y los cambios que él tuvo que hacer también tuvieron que comenzar inmediatamente.

La vida no está comprada y se puede acabar en cualquier momento, así que para qué postergar algo que nos puede beneficiar desde hoy.

Siempre digo en este blog, que el éxito en la vida está vinculado a la felicidad y, si uno pusiera sus resoluciones en términos de niveles de felicidad, ¿preferiría postergarlos o adelantarlos?

Siento que aún no es el momento (3)
Esta excusa y la anterior son parecidas, pero encierran una sutil diferencia. 

Ambas se escudan en la temporalidad, es decir, prefiero hacer esto en cualquier otro momento que no sea inmediatamente.

La verdad de las cosas es que todos vivimos nuestras vidas de cierta manera, el día de hoy, probablemente, de la misma forma en que la venimos viviendo por bastante tiempo. Es decir, lo que estamos haciendo hoy lo hicimos así ayer, la semana pasada, el mes pasado y desde hace tiempo.

Por lo tanto, cambiar o introducir una nueva actividad va a alterar lo que estamos haciendo ahora - como venimos viviendo - sin lugar a dudas. 

Y ya sea que lo nuevo (ir al gimnasio, la dieta, el viaje o lo que sea) lo haga hoy, mañana, el lunes o el próximo mes, va a ser difícil.

Por lo tanto, NUNCA será el momento correcto para cambiar nuestros hábitos o ir a trabajar en el cumplimiento de una meta.

SIEMPRE requerirá esfuerzo y algún tipo de sacrificio.

En el caso de Pancho, en lugar de levantarse dos horas antes para ir al gimnasio, logró reestructurar su horario para poder ejercitarse, pero igual requirió esfuerzo y sacrificio. 

No es fácil empezar media hora antes, ni mucho menos, salir más temprano del trabajo, cuando estás acostumbrado a salir tarde.

Además, ir al gimnasio y hacer dietas son sacrificios físicos en si mismos, no solo por el tiempo invertido.

Por otro lado, muchos culpan a alguna coyuntura de trabajo para no comenzar a hacer aquello que se plantearon, indicando que, apenas se supere esa coyuntura (cierre contable, campaña de ventas, lanzamiento de un producto o lo que sea) le darán prioridad a su objetivo personal.

Eso es falso. El trabajo siempre presenta coyunturas o temporalidades, muchas veces difíciles de predecir. 

Nuestros jefes, casi siempre, buscarán exprimirnos al máximo y verán cómo generar un proyecto para que estemos hiper-ocupados, así que, de nuevo, NUNCA será un buen momento, por lo tanto, aplazar nuestra actividad es solo una excusa.

Ya es tarde para hacerlo / Se pasó el momento / Ya estoy viejo (4)

Esta excusa es interesante.

Dependiendo del lugar en el que vivamos, la expectativa de vida promedio aumenta, pero usualmente está por encima de los setenta años en todos los países de habla hispana.

Adicionalmente, dicha expectativa de vida se ha incrementado sostenidamente en los último 50 años.

Por lo tanto, sostener que "se me pasó el momento" o "perdí la oportunidad" para un objetivo relevante para nosotros, no solo suena inverosímil, sino que suena a excusa barata.

A cada segundo que pasa, hay alguna persona en el mundo logrando alguna cosa diferente. A cada segundo que pasa hay alguien en el mundo logrando exactamente la misma resolución que tú decidiste que era muy tarde para ejecutar.

¿Cuál es el límite de edad para aprender y estudiar algo nuevo, hacer un posgrado o un doctorado o tomar un sencillo curso de carpintería?

¿Cuál es el límite de edad para comenzar a cuidar la salud y a hacer un poco de ejercicio a la semana o comer un poco más saludable?

¿Cuál es el límite de edad para realizar un viaje, poner un pequeño negocio o cualquier cosa que se te ocurrió como una resolución de año nuevo, por tu propio bien?

El único momento en el que es realmente muy tarde para hacer algo bueno por la felicidad de uno mismo es un segundo después de que nos apaguen el monitor. Para Pancho, ese momento casi-casi llega.

Las cosas no se han dado espontáneamente (5)
Muchas personas no son amantes de la planificación y la organización.

Lamentablemente, en la mayoría de casos, cuando uno se traza una meta debe organizarse y planificarse adecuadamente, sino la probabilidad de fracaso aumenta.

Son pocas las cosas que ocurren por "combustión espontánea".

Lamentablemente, cuando alguien se propone, por ejemplo "mejorar su educación académica", pero al ser preguntado al respecto nos responde "no ha ocurrido, porque no ha surgido la propuesta que conecte conmigo", pues es un típico caso de alguien que no quiere planificar, porque tal vez no quiera lograr nada.

Como vengo sosteniendo desde el principio en este blog. La clave del éxito está en ser feliz con lo que uno hace, pero para ello tiene que lograr cosas - pequeñas, medianas y grandes - pero lograrlas.

Es poco probable que alguien logre algo solo por casualidad.

Otros te dicen que "tienen la idea, pero no se les da"

Es una variante de lo mismo. Se trata de personas que, si bien tienen un proyecto, no entienden que imaginación sin ejecución es igual a absolutamente nada.

Una genial idea que no sale de la cabeza de su autor es totalmente inútil, si no se lleva a cabo.

Acción como clave del éxito...¡acción!


No encuentro "partner" / el entorno no se presta (6)

Aquí tenemos el caso de quienes prefieren culpar a terceros por su falta de acción a la hora de emprender el cumplimiento de sus propias metas.


Aquellos que no hacen deporte porque no tienen con quién hacerlo o no bajan de peso porque no hallan al nutricionista correcto o no inician sus estudios porque el amigo que les dijo que se iba a inscribir con ellos no lo ha hecho.



Por el lado del entorno, el tema es peor.



Si bien los negocios requieren de cierto clima de negocios para ser propicios, rara vez una de nuestras metas personales de corto plazo se ve afectada por el entorno.



En todo caso, si se diera el caso, los problemas del entorno tienden a ser pasajeros y coyunturales, con lo que la duración de la excusa también debería ser finita. Siempre hay cosas que se pueden ir avanzando, mientras el entorno se clarifica.



Y, finalmente,



La meta no era tan importante al final (7)

La séptima y última excusa es la peor de todas. Tiene que ver con escudar nuestra incapacidad de ser leales a nosotros mismos en el menosprecio de algo que trazamos como parte de nuestro objetivos personales.


Es poco probable que algo que te hubieras trazado a comienzos de año como un objetivo, pase a ser irrelevante en menos de doce meses.



¿Por qué? Pues es muy sencillo. En general, las cosas que se nos ocurren a inicios de año como una meta personal, son cosas que están dando vueltas en lo que los gringos llaman el "Top of Mind", es decir, la parte alta de nuestras mentes. 

Por lo tanto, se trata de ideas que están muy presentes en nuestras cabezas y difícilmente se trate de cosas irrelevantes.


Por eso, cuando uno trata de convencerse a si mismo de que tal o cual objetivo no era tan importante al final de cuentas, pues probablemente se esté mintiendo.



Conclusiones



Lo más importante es entender que las resoluciones de año nuevo pueden no cumplirse

Lo que hay que ver es si hay una real razón que se pueda superar o si simplemente estamos poniendo excusas para no efectuarlas.



El problema de no cumplir con nuestras metas personales, es solo nuestro. Somos nosotros mismos quienes estamos saboteando nuestra propia felicidad y nuestro propio desarrollo personal, por lo que vale la pena preguntarnos ¿quién pierde realmente?



La verdad, es que a nadie le importa si cumplimos o no nuestras resoluciones de año nuevo, pero deberíamos hacerlo, por nosotros mismos. 



Vamos a ser más felices y a sentirnos más exitosos. No me cabe duda.







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